Hay distintas maneras de festejar un cumpleaños, y para el suyo Gaturro organizó un día de picnic junto a todos sus amigos. Pero primero los sorprendió el clima: una terrible tormenta les aguó los planes. Después fue un camionero con cara de pocos amigos y escopeta en mano.
Y en tercer lugar, la misteriosa mansión donde Madam Gatterflay los recibió con los brazos abiertos, y la cocinera y el mayordomo, con ganas de servirlos... íal horno con papas! A partir de ahí las sorpresas se multiplican: fantasmas ensangrentados, gatos desaparecidos y muchas otras cosas así de terroríficas. Pero Gaturro no se deja asustar tan fácilmente. ¿Y vos?
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